La esquiva cita con la intimidad en un mundo intrusivo que nos arrincona hacia el constante contacto con otros y que deja pocos espacios para el encuentro consigo mismo, con el alma. Ese es el retrato que persigue de manera insistente Andrés Bustamante.
Mujeres – mañana – intimidad representan el trinomio de esta propuesta estética que persigue el rostro de la anhelada libertad, expresada en una soledad ajena a la tristeza y al dolor y encarnada en esenciales actos cotidianos para estar junto a sí mismo.
“Busco retratar el alma y si pudiera lograrlo, seguro sería en esos momentos cuanto a solas, nuestro insondable mundo interior grita en cada gesto, suspiro, pensamiento… en la desnudez, en el olvido del otro”.
Inauguración 27 de octubre de 2017





